Los Enemigos de la Riqueza y la Innovación

Un país que inicie el uso de la fuerza del Estado contra sus ciudadanos es un Estado condenado, y cuando esto se hace con la justificación de que es exitoso o cómo la narrativa comunicacional prefiere denominar «súper rico» se está condenando mil veces más al fracaso, puesto que se convertiría en un Estado de saqueadores.

El proyecto presentado por los diputados de oposición que plantean arrebatar a través de un impuesto transitorio equivalente al 2,5% de su patrimonio a quienes detentan cierta fortuna es la consecuencia del alcance del poder de resentidos que incapaces de generar alguna riqueza, deciden iniciar el robo legalizado, a través de las herramientas que el poder y el resentimiento les dan, pero como es común en estos casos, se maneja una retórica contra los ricos, que termina siendo contra la riqueza, menos la que se encuentra en las cuentas bancarias de estos mismos políticos. 

Sin esos ricos que tanto desprecian (y que habría que hacer un estudio del libro de Helmunt Schoeck «La envidia y la sociedad» para descubrir las verdaderas motivaciones detrás de este tipo de propuestas), la sociedad no solamente sería más pobre, sino que no gozaría, como lo es hoy, de la innovación y los avances tecnológicos que vienen de la mentes, iniciativas y proyectos de aquellos que efectivamente han logrado generar riqueza.

El enfoque responsable sería hacer que toda la sociedad chilena se parezca más a estas personas exitosas, con iniciativas gubernamentales y mayores incentivos, sorteando ese propósito tan perjudicial para las sociedades de confiscar a unos para darle a otros. Lo óptimo sería darnos cuenta del error antes de que sea demasiado tarde.

 

Fuente: Ciudadano Austral + El Pingüino